El harapiento que arrastra su carrito
El desolado que colecciona cartones
Uno del subte que me vende ilusiones
Un niño solo se esconde despacito.
El que se arrastra porque le faltan pies
Uno que vive muriéndose al revés
Un andrajoso que duerme en el asfalto
Un hombre loco me convoca al espanto.
En el semáforo a un gran malabarista
Le falta un brazo y aún así resiste
Tenaz insiste y me tapa la vista
Con malabares que con valor persisten.
En el semáforo una chica arroja fuego
Ya van tres años que no tiene trabajo
Sublimes llamaradas, una columna al cielo
Por dos monedas, ella agarró este atajo.
Los que te ofrecen el mundo en el colectivo
Todo para la dama y para el caballero
Todo a dos pesos, todo muy bien vestido
Cavando abismos...tapamos agujeros.
Son tantas las personas que me dan sus ejemplos
La verdad, siento vergüenza, a veces por quejarme.
Desde mañana ya no me voy a quejar
O mejor dicho...
Me voy a quejar con más fuerza
Pero no por mí...sino por ellos.
Martín Moreno.